BEATA SOFÍA
CZESKA MACIEJOWSKA
1 de abril
1650 d.C.
Nació en Malopolska (Pequeña Polonia) en el seno de una
familia de la “Nobleza Media”. Tenían bienes cerca de
Cracovia y dos casas en la calle Szpitalna en Cracovia. Era una familia
numerosa -cinco varones y cuatro mujeres- criados todos en un ambiente
religioso. Sofía fue la tercera.
A los 16
años fue entregada como esposa a un noble, Jan Czeski,
tomando su apellido, y se mudó a Slomniki, cerca de la
República Checa. Lamentablemente, después de solo seis
años quedó viuda y sin hijos. Muchos caballeros
intentaron casarse con ella porque era todavía joven, guapa y
rica. Pero la mujer hizo otra elección: decidió consagrar
su vida a la obras de misericordia. Sofía ya desde 1602
pertenecía a la archiconfraternidad de la Misericordia activa en
Cracovia en la iglesia de santa Bárbara de los jesuitas.
En aquel periodo daba
limosna a los necesitados pero también a las iglesias y
monasterios. Pero la actividad caritativa no le satisfacía
plenamente: movida por la fe profunda y del amor por Cristo
decidió dar todo lo que poseía a Dios y los necesitados.
En aquellos tiempos ella fue testigo de la guerra, las epidemias, las
inundaciones, las malas cosechas, el hambre, por lo tanto
presenció la muerte de muchas personas. Sofía
decidió hacerse cargo de las niñas, especialmente los
huérfanas y de familias pobres. Cedió su casa en la calle
Szpitalna para ellas, donde no sólo podían vivir y
recibir atención médica, sino también estudiar.
En los años 1621-1627
- con los propios medios en la casa comprada en Cracovia en via
Szpitalna 18 - un Instituto “Domus Virginum Praesentationis
Beatissimae Mariae Virginis” (llamado también “Domus pro
orphanellis”) para chicas jóvenes y huérfanas: era la
primera escuela femenina formalmente organizada en Polonia,
institución que además contaba con estructuras
orgánicas adecuadas, en esos tiempos tan sólo los varones
iban a la escuela.
La madre Sofía estaba convencida de haber recibido de Dios la
llamada a asumir la obra de educación de las chicas y
quería servirle también en lo que es más
importante: en su camino a la salvación y a la santidad.
Pero para asegurar el
futuro del Instituto no bastaban los fondos: eran necesarias personas,
educadoras como ella, dedicadas completamente a la obra comenzada por
ella. Con este objetivo comenzó a organizar una orden religiosa
con el nombre "congregación de las Vírgenes de la
Presentación de la Beata Viren María" (llamada solamente
Hermanas de la Presentación). El nombre no es casual, en la
espiritualidad de la Madre Sofía había dos factores de
gran importancia: la adoración eucarística y la
devoción mariana. Pero la Congregación fue reconocida
después de la muerte de la fundadora, en 1660 el obispo de
Cracovia y más tarde también la santa sede aprobaron sus
estatutos.
La obra de Madre
Sofía se incluía en el proceso de la profundo
renovación de la Iglesia católica después del
Concilio de Trento (1546-1563), que comenzaba a dar sus frutos al
inicio del siglo XVII. En estos cambios tuvo un rol
importantísimo la Compañía de Jesús: los
jesuitas conseguían influir tanto en la iglesia como en la
sociedad gracias a sus famosos colegios que fundaban en los conventos.
Los jesuitas dejaron
una marca importante en la espiritualidad de la Congregación
fundada por la Madre Sofía: las hermanas conjugaban la vida
comunitaria con la vida activa fuera del convento, consagradas a la
educación de las chicas y la atención de las
huérfanas.
Las Hermanas de la
Presentación desde hace cuatro siglos continúan la obra
de la Madre Sofía y siguen fieles al carisma original de la
fundadora dirigiendo escuelas, colegios, guarderías, orfanatos y
centros de reinserción social.
La Madre Sofía Czeska murió a la edad de 66 años.
Fue enterrada en la iglesia de Santa María en Cracovia, pero sus
restos mortales se encuentran actualmente en la capilla lateral en la
iglesia de San Juan (de las Hermanas de la Presentación) en
Cracovia. La Madre Sofía Czeska gozó siempre de fama de
santidad, tanto en vida como después. Su tumba es lugar de
oración. Fue beatificada en Cracovia el 9 de junio de
2013 durante el pontificado de SS Francisco.