BEATO SERAFÍN
MORAZZONE
13 de abril
1822 d.C.
Nació en Terramara, Milán. A los 13 años
ingresó en el Seminario y, después de los estudios
superiores, fue admitido a los estudios de Teología. Sus
cualidades espirituales y culturales fueron tan apreciadas que le
permitieron, que antes de ordenarse pudiera presentarse a un concurso
oposición a la parroquia de Chiuso, que ganó y con cuyo
título se ordenó sacerdote en 1773. En esta
pequeña parroquia, de apenas 185 habitantes, pasó toda su
vida, dedicado por completo y de forma ejemplar al ministerio pastoral,
lleno de bondad, sencillez y dulzura y caridad, con fama de santidad y
milagros en vida.
Creó una
escuela elemental gratuita para los niños, con la
colaboración de su hermano Antonio. Su entrega hacia los pobres
se demostró en un particular heroismo con ocasión del
saqueo que el ejército austro-ruso realizó en Chiuso en
1799. Tuvo fama de taumaturgo, pero él atribuía cualquier
gracia a la intercesión de san Jerónimo Emiliani, cuyo
santuario de Somasca estaba en los confines del territorio parroquial.
El escritor italiano
Alessandro Manzoni lo tuvo como su confesor y lo describió en su
libro I Promessi
Sposi: “Era pío en todos sus pensamientos, en todas sus
palabras, en todas sus obras: el amor ferviente de Dios y de los
hombres era su sentimiento habitual...”También el arzobispo de
Milán el beato Alfredo Ildefonso Schuster lo definió como
“nuestro cura de Ars”. Murió en Chiuso di Lecco. Después
de su muerte tuvo entre el pueblo fama de santo. Fue beatificado por SS Benedicto XVI el 26
de junio de 2011.