SAN WILFRIDO DE YORK
24 de abril
709 d.C.



   Nació en Ripón (Northumbría), y desde niño fue educado en el monasterio de Lindisfarne, Según los usos célticos; pasó a otro monasterio para adoptar la observancia romana. Después de una breve estancia en Canterbury, marchó a Lyon donde el obispo, Delfín, le ofreció su sobrina en matrimonio, pero él se negó, pues había tomado la decisión de entregarse a Dios; peregrinó a Roma donde residió desde el 653 al 657 y donde el papa san Martín I le dio su bendición; allí estudió Sagrada Escritura y Derecho eclesiástico con san Bonifacio. Volvió a Lyon, donde recibió la tonsura de manos de Delfín. Muerto Delfín, se salvó de la muerte por ser extranjero, y regresó a su patria.

   Al regreso en Northumbría entró en conflicto con las Iglesias de costumbres celtas, promovida por san Aidán y por los monjes de Lindisfarne, entre ellos el obispo de York, Colmán. Con la ayuda del rey Alcfrid fundó la abadía de Ripón, donde introdujo el rito romano y la regla de san Benito y se convirtió en el primer abad. En el 633, fue ordenado sacerdote. En el 664, fue ordenado obispo de Compiégne y tuvo un papel muy destacado en el concilio de Whitby, en el que el rito romano será adoptado por Inglaterra. El resto de su vida la dedicó hacer continuos viajes.

   Fue nombrado obispo de York y fue expulsado de su sede por el arzobispo de Canterbury, pero el Papa San Agatón, le repuso en su sede, después que hubiese apelado a Roma (el primer caso de la historia inglesa). En el interín antes de llegar a Roma, se detuvo en Frisia donde evangelizó a sus habitantes. De regreso a York, el rey lo encarceló y después lo liberó a condición de que abandonase su sede. Wilfrido partió hacia Sussex, todavía pagano, y la isla de Wight. En esta región fundó la abadía de Sesley.

  Del 686 al 691 regresó a su sede, pero fue nuevamente expulsado por el rey, lo que le obligó a retirarse a Mercia, donde prosiguió su labor evangelizadora y fundó varios monasterios. En el 703 el sínodo de Austerfield le impuso la renuncia del obispado de York, nuestro santo apeló de nuevo al Papa que le dio la razón, pero fue exiliado durante dos años y se llegó a un compromiso en el 705 en el sínodo de River Nidd, que se le asignó la diócesis de Hexham. Desarrolló entonces una labor extraordinaria convirtiendo paganos, fundando iglesias y dando el máximo esplendor posible al culto litúrgico.

   Aparece como el luchador de la unidad con Roma, contra las particularidades raciales, de tradición, que representaban los monjes escoceses. Antes de morir hizo una última peregrinación a Roma. Murió en Oundle un 12 de Octubre, y el 24 de Abril el día del traslado de sus reliquias se convirtió en la fiesta principal.

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(Parroquia San Martín de Porres)