SAN WANDON
17 de abril
756 d.C.
Nativo
de la región de Vimeu en Francia; desde niño fue educado
en la abadía de Saint-Wandrille en Fontenelle; como
diácono acompañó a Frisia (690) a san Wulfrano, el
ex obispo de Sens, que se había retirado a Fontenelle; la
misión tuvo poco éxito, pero Wando tuvo la ocasión
de hacer un milagro, expulsó al diablo que buscaba desviar la
barca donde estaban, hacia las paludes de Frisia, antigua región
entre Alemania y Holanda.
De regreso,
después de esta experiencia misionera, a Fontenelle,
profesó en el 696, viviendo durante 20 años en el
silencio de la abadía. Hacia el 714 estuvo mezclado, a su pesar,
en los sucesos políticos que siguieron tras la muerte de Pipino
de Heristal, por las luchas intestinas entre el “maestro de palacio” de
Austrasia, Raginfredo y Carlos Martell; en el 716 por orden de
Raginfredo fue depuesto el abad Benigno y Wando fue nombrado en su
lugar, que en el 719, después de la victoria de Carlos Martell,
a su vez fue reintegrado Benigno y depuesto Wando que fue enviado al
exilio al monasterio de San Servacio de Maastricht donde estuvo durante
28 años. Pero... de nuevo en su vida la política
apareció... subió al trono Pipino el Breve (714-768) hijo
de Carlos Martell, en el 747, llamaron a Wando, de avanzada edad, para
que fuera abad de la abadía de Fontenelle.
Dejó la dirección espiritual al prior Anstrulfo y se
dedicó a las obras asistenciales y a los libros,
enriqueció de modo considerable la biblioteca y el tesoro
litúrgico de la abadía; construyó una iglesia para
honrar las reliquias de san Servacio, que había llevado del
exilio de Maastricht y que consagró en el 752; en este
período acogió en Fontenelle a Teodorico, el
último rey merovingio, depuesto por Pipino. El santo abad
concluyó su atormentada existencia ciego y lleno de
méritos.