SAN VIRILA DE LEYRE
Siglo X d.C.
1 de octubre



   Nació en un pueblo cercano a Tiermas. En el 919 fue abad del monasterio de Peñamayor, en Becerra, (Lugo). En el año 924, cooperó en labor pacificadora con el obispo de Pamplona, don Galindo. Posteriormente consolidó la vida monástica más allá de Sagüensa. Fue llamado por el rey Ordoño II de León, para la restauración del monasterio de San Julián de Samos, y la implantación y desarrollo del monacato benedictino en Galicia.
Después de cumplir su misión peregrinó a Roma. Durante sus viajes visitó los monasterios pirenáicos, deteniéndose en San Salvador de Leyre en el 927, donde al poco tiempo lo eligieron abad. Su humildad y su santidad hizo que fuera conocido en toda la región.

   Murió en Leyre, y sobre su muerte surgió una leyenda que se repite en otros santos de Europa. Se dice que para entender el misterio de la muerte, Virila, paseando por el bosque oyó el canto de un ruiseñor y se quedó extasiado 300 años, cuando para él habían pasado tres minutos, cuando regresó al monasterio los monjes no le reconocieron, pero el ruiseñor dejó caer el anillo abacial y los monjes recordaron al antiguo abad que había desaparecido.

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(Parroquia San Martín de Porres)