SAN VICELINO DE
OLDENBURGO
12 de diciembre
1154 d.C.
Nació en Hameln, a orillas del Weswr. Hizo sus estudios en la
escuela de la catedral de Paderborn y llegó a ser director de la
escuela de Bremen y canónigo de la catedral de dicha ciudad.
Después de recibir la ordenación sacerdotal de manos de
san Norberto en Magdeburgo, empezó a evangelizar a los wendos y
a otras tribus en 1126. Su apostolado duró más de veinte
años.
San Vicelino se
estableció primeramente en Lübeck y fundó ahí
la primera iglesia. Poco después de la llegada de Vicelino,
murió su protector, de suerte que el santo tuvo que emigrar a
Wippenthorp, cerca de Bremen. Era incansable en la predicación y
la enseñanza, y tuvo gran éxito en la
evangelización, pero las guerras le obligaron a recomenzar
varias veces el trabajo, como sucedió a tantos otros misioneros
de la época. Con el deseo de establecer un centro permanente,
Vicelino fundó en Hostein el monasterio de canónigos
agustinos, que más tarde se llamó Neümunster. Uno de
los discípulos que tuvo ahí, fue el cronista Helmold.
Más tarde, el santo fundó otro monasterio de
Högersdorf y empezó a construir un tercero en Segber. Los
misioneros obraron numerosas conversiones. Todo iba bien, cuando una
súbita catástrofe destruyó su obra. En efecto, los
piratas obotritos invadieron la región, la devastaron, la
saquearon e incendiaron las casas, ensañándose
particularmente contra los cristianos, a los que mataron o expulsaron
del país. Los misioneros de Lübeck consiguieron huir a
tiempo y se ocultaron en los pantanos, con el agua hasta el cuello,
hasta que llegaron sanos y salvos a Bishorst. Sin embargo, el beato
Volker, a quien se califica de "hermano de gran sencillez",
pereció por la espada. Los otros monjes lograron escapar con los
libros y reliquias del monasterio, que fue arrasado.
A
pesar de la oposición de Federico Barbarroja, fue elegido Obispo
de Staargard (actualmente Oldenburg) de Holstein, en 1149. No consta
que haya llegado a tomar posesión de la sede. Como quiera que
fuese, una parálisis lo inmovilizó tres años
más tarde. Pasó los dos últimos años de su
vida amargado por la enfermedad y el sufrimiento, en la abadía
de Neumünster, donde murió. Su fiesta sigue
celebrándose en el noroeste de Alemania.