SAN URSMARO DE LOBBES
18 de abril
713 d.C.
Nació en Thérache, Bélgica. Desde niño fue
educado en un monasterio. Luego de profesar sus votos, san Ursmaro
realizó una importante labor como emisario de la fe en el norte
de Francia y en Flandes, conduciendo a incontables gentes a la fe
cristiana.
Hacia 689 fue
nombrado abad-obispo de Lobbes, en la actual Bélgica,
posiblemente por intercesión de Pipino de Heristal, mayordomo de
palacio del rey de los francos. En Bélgica, san Ursmaro introdujo la
regla benedictina, y durante su obispado se distinguió como
constructor. Fundó las abadías de Aulne y Wallers
(Bélgica). A él se deben, por ejemplo, la
edificación de la iglesia del convento, consagrada en 697, y la
de la iglesia de Notre-Dame, en una colina con vista sobre el mismo
convento, la cual tiempo después de su muerte pasó a
llamarse iglesia colegiata de San Ursmerio.
Su actividad como
corepíscopo de Flandes tuvo una gran importancia, sucediendo a
san Landelino. Después de fundar varios otros monasterios y
edificios de servicio eclesiástico, en 711 dejó su cargo
en manos de su sucesor, san Erminio, y se retiró para hacer
penitencias y prepararse para la muerte.
A
san Ursmaro se le recuerda como un asceta estricto, misionero
apasionado y realizador de milagros. Vivió con san Dodón.
Fue enterrado en Lobbes; más tarde sus restos fueron trasladados
a Binche. Sus reliquias se conservaron hasta 1794,
cuando fueron quemadas durante la revolución francesa.
Patrón de la región de Hainaut.