SANTOS MARCELINO, MANNEA, JUAN, SERAPIO Y PEDRO
303 d.C.
27 de agosto



  Según sus Actas, autenticas, toda la comunidad cristiana de una pequeña ciudad (Oxirinco en Egipto) fue llevada a Thmuis en Mesia, hoy Costanza en Rumanía, en la orilla del mar Negro y fue decapitada; formaban parte el tribuno Marcelino, su mujer Manea y sus hijos Juan y Babila;  Serapión, clérigo, y el soldado Pedro, un obispo, dos clérigos y ocho laicos.

   Fueron denunciados al Prefecto de la Tebaida egipcia, porque se opusieron a sacrificar a los ídolos. Todos fueron conducidos encadenados delante del prefecto de Thmuis. éste intentó persuadirles para que obedecieran la ley, pero los detenidos permanecieron incólumes y por tanto fueron condenados a morir devorados por las fieras en la arena. El prefecto intentó de nuevo salvar sus vidas preguntándoles: “¿No os avergüenza de honrar a un hombre condenado a muerte y sepultado hace cientos de años por Poncio Pilato?”. Esta provocación no hizo ningún efecto en los condenados.

   Según el autor de las Actas, el obispo Melecio, pronunció una profesión de fe en la divinidad de Jesucristo, cláramente inspirada en las definiciones dogmáticas emanadas del Concilio de Nicea del 325. Al final los intrépidos cristianos fueron decapitados porque las fieras no les hicieron nada y el fuego no consiguió quemarles.

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(Parroquia San Martín de Porres)