SANTOS INOCENTES
    28 de diciembre
1 d.C.



   Son los niños varones asesinados por Herodes el Grande en Belén y alrededores (Mt 2,16-18). “Entonces Herodes, al ver que había sido burlado por los Magos, se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo, según el tiempo que había precisado por los Magos. Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: “Un clamor se ha oído en Ramá, / mucho llanto y lamento: / es Raquel que llora a sus hijas, / y no quiere consolarse, / porque ya no existen.” Parece que la masacre no sólo se hizo en Belén, sino a todos los niños de la tribu de Benjamín, que habitaban en los territorios cercanos. Herodes quería matar a Jesús, que había huido a Egipto con sus padres, cuando un ángel avisó a san José de las intenciones del rey.

   Parece que el texto de Mateo en el c. 2 tiene la idea de presentar a Jesús como el nuevo Moisés que viene a promulgar una nueva ley, este episodio evoca el decreto del faraón egipcio de dar muerte a los recién nacidos varones hebreos (Ex 1, 15-16), la huida de Moisés ante la decisión del faraón de quitarle la vida (2, 14-15), como también el regreso a Egipto cuando habían muerto los que querían quitarle la vida (Ex 4, 19 s.; cf. Mt 2, 19 s.). Herodes aparece, según la intención del evangelista, como el tirano más cruel del mundo, que no duda en matar a los inocentes, para perpetuarse en el poder. Se les ha venerado como mártires desde la antigüedad. Su número es desconocido. Prudencio les llama "Flores Martyrum".

   Actualmente hay muchas voces dentro de la Iglesia, ya sea dentro del episcopado, fundadores, religiosos y laicos para que se incluyan en esta festividad a todos los niños abortados, mártires inocentes de una sociedad amoral y falta de valores humanos.

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(Pbro. José Manuel Silva Moreno)