SANTOS CARPO,
PÁPILO, AGATÓNICA Y COMPAÑEROS
13 de abril
250 d.C.
Carpo era obispo de
Thyatira (Asia Menor); Papilo su diácono; Agatónica la
hermana de Papilo y Agatadoro su servidor. Fueron martirizados junto a
otros muchos en Pérgamo, en tiempos de la persecución de
Marco Aurelio o Decio. Sus Actas no están retocadas.
Carpo murió quemado vivo en la cruz.
Se les condujo ante el
gobernador de Pérgamo para que comieran carne sacrificada a los
ídolos. A Carpo en el interrogatorio, al preguntarle su nombre
respondió: "mi primer y principal nombre es el de cristiano;
más si preguntas el que tengo en el mundo, yo me llamo Carpo".
Murió quemado vivo en la cruz.
El procónsul le
preguntó a Papilo: "¿Sacrificas o qué dices?" -
Papilo contestó: "Desde mi juventud sirvo a Dios, y jamás
he sacrificado a los ídolos, sino que soy cristiano. Y nada
más has de oír de mi boca, pues tampoco es posible decir
nada más grande ni más bello".
Agatónica
presenciaba el martirio de Carpo y Papilo, cuando confesó su fe
a pesar de que los presentes le recordaban sus deberes de esposa y
madre. "Los que la veían no podían contener las
lágrimas, diciendo: "Duro juicio e injustos decretos". Levantada
ya en el poste y alcanzada del fuego gritó por tres veces:
"Señor, Señor, Señor, ayúdame, pues en ti
he buscado mi refugio".
La antigüedad del culto de estos mártires está
documentada en la "Historia Eclesiástica" de Eusebio de Cesarea y en "Breviario
Siriaco". El Martirologio
Romano les
añade numerosos compañeros de martirio.