17 de diciembre
584 d.C.
Abdenago. Misach y Sidrach, llamados
Ananías, Azarías y Misael, nacieron en Babilonia en el
seno de una familia
judía de la diáspora y murieron mártires siendo
niños; eran amigos
inseparables. El rey Nabucodonosor les hizo arrojar en un horno donde
cantaron
"Bendecid al Señor" que los sacerdotes dicen todos los
días en
la Misa, porque se negaron a adorar a los ídolos. Todo lo que se
sabe de ellos
aparecen el Libro de Daniel. Sus supuestas reliquias se encuentran
en la abadía de Montevirgine en Italia.