SANTA ZITA DE LUCCA
27 de abril
1278 d.C.
Natural de
Montsagrati en Lucca. Hija de una familia campesina y sin
instrucción. Era muy joven cuanto se propuso esta regla de
conducta: "Esto ¿agrada a Jesús?. Esto ¿no agrada
a Jesús?". A los 12 años se empleó en el
hogar de un distinguido ciudadano de Lucca, la familia Fatinelli, donde
permanecerá toda la vida en oración, caridad y trabajo,
sirviendo a los demás. En esta casa tuvo que soportar las
envidias, los recelos y los insultos de sus compañeras porque
creían que como trabajaba tanto las dejaba en mal lugar.
Fue Terciaria franciscana. Era proverbial su generosidad
hacia los pobres, les daba todo lo que tenía, y siempre de
sí misma, sin dar nunca aquello que no le fuera entregado por su
amo. A pesar de todo fue acusada de malversar la riqueza de la casa, y
con una gran confianza en la Providencia, nunca se defendió,
hasta que sus amos se dieron cuenta de la santidad de esta mujer y se
convirtió en la consejera de todos los miembros de la casa y le
dieron el cargo de ama de llaves, sin que por ello se vengara de las
criadas que la habían calumniado, siempre vivió
modestamente. Tuvo licencia de la familia para asistir a los pobres y
visitar a los enfermos. Con su humildad consiguió ganarse la
admiración de todos, incluso con los que la habían
criticado. Tuvo dones taumatúrgicos y su vida está
envuelta en la leyenda. Su culto fue confirmado el 5 de septiembre
de 1696 por Inocencio XII. Es patrona del servicio
doméstico. Patrona de Lucca.