SANTA TERESA DE
JESÚS
FERNÁNDEZ SOLAR
12 de abril
1920 d.C.
Se llamaba Juana Fernández Solar. Nació Santiago
de Chile, en el seno de una familia adinerada. El día de su
primera comunión tuvo su primera experiencia mística y
nos la relató: “No es para describir lo que pasó por mi
alma con Jesús. Le pedí mil veces que me llevara consigo
y sentía por primera vez su voz querida. Le pedí por
todos, y a la Virgen la sentía cerca de mí. Por primera
vez sentía una paz deliciosa”. La inclinación
natural hacia Dios, desde ese día se transformó en
amistad, en vida de oración. Cuatro años más tarde
recibió interiormente la revelación que determinó
la orientación de su vida: Jesucristo le dijo que la
quería carmelita y que su meta debía ser la santidad. Con
la abundante gracia de Dios y con la generosidad de joven enamorada se
dio a la oración, a la adquisición de las virtudes y a la
práctica de la vida según el evangelio, de tal modo que
en cortos años llegó a un alto grado de unión con
Dios.
A
los 15 años
hizo privadamente votos religiosos y la promesa de no cometer nunca
pecados queriendo. Se dedicó a las obras de misericordia y a la
enseñanza del catecismo en la parroquia. A los 19,
después de renunciar al matrimonio, en 1919, años
ingresó en el carmelo de los Andes, recibiendo el nombre de
Teresa de Jesús. Ofreció a Dios su vida por la
salvación del mundo y un año después murió
de tifus (la enfermedad duró diez días), haciendo sus
votos religiosos "in articulo mortis", y murió diciendo: “Esposo
mío”.
Cuando supo que
moriría pronto escribió: “Para una carmelita la muerte no
tiene nada de espantable. Va a vivir la vida verdadera. Va a caer en
brazos del que amó aquí en la tierra sobre todas las
cosas. Se va a sumergir eternamente en el amor”. Dejó escrito un
diario que se llama “Historia de la vida de una de sus hijas”.
Después de muchas tribulaciones interiores e indecibles
padecimientos físicos, causados por un violento ataque de tifus
que acabó con su vida, pasó de este mundo al Padre al
atardecer del 12 de abril de 1920. Aún le faltaban 3 meses para
cumplir los 20 años de edad y 6 meses para acabar su noviciado
canónico y poder emitir jurídicamente su profesión
religiosa. Murió como novicia carmelita descalza.
Sus restos son venerados en el Santuario de Auco-Rinconada de Los Andes
por miles de peregrinos que buscan y encuentran en ella el consuelo, la
luz y el camino recto hacia Dios; se ha convertido en uno de los
centros espirituales más concurridos de Chile. Fue beatificada
en Santiago de Chile por Su Santidad Juan Pablo II, el día 3 de
abril de 1987. Fue canonizada por el mismo Papa el 21 de marzo de 1993,
en la Basílica Vaticana. Es la primera chilena canonizada.