SANTA ORSA
26 de octubre
El nombre de Orsa (en la variante
de Ursa) se menciona en algunas versiones de los Martirólogos dentro
de un grupo de mártires orientales, a saber, de Nicomedia: Luciano,
Marciano, Floro, Eraclio, etc., víctimas de la persecución
de Decio (249-251) , condenado a muerte por orden del procónsul Sabino
el 26 de octubre, día en que se recuerda a los santos. Según
la tradición que existía en Pieve Vergonte, un centro populoso
de Ossola, cuya parroquia fue una de las primeras iglesias en todo el valle,
las reliquias del santo se habrían trasladado, desde la época
de su martirio, al complejo del cementerio de Priscilla en Roma. . En esa
catacumba permanecieron hasta 1715 cuando, extraídos del nicho que
los contenía, estaban destinados a la veneración de los fieles.
A través de una larga serie de pasajes, los restos del joven mártir
llegaron a la parroquia de los Santos Vicente y Anastasio de Pieve Vergante
como un regalo de la noble familia Cattaneo de Vogogna, como se documenta
en una escritura del 4 de diciembre de 1732. Obtuvo la autorización
del obispo de Novara. Gilberto Borromeo, el cuerpo de Sant'Orsa estuvo expuesto
a la veneración, pero solo en 1741 se colocó en la elegante
urna en la que aún se ve hoy.
Para la inauguración de la valiosa obra, realizada en
Milán por Giovanni Antonio Ferreri, se celebraron solemnes celebraciones
el 23 de octubre del mismo año, con un gran concurso de devotos de
todas partes de Ossola, que contribuyó a aumentar la devoción
a los distintos países. el santo En 1879, el caso más singular
que es raro en el culto a los cuerpos sagrados extraídos de las catacumbas
romanas, la Sagrada Congregación de Ritos concedió a la comunidad
de Pieve el cargo y la liturgia de la misa para la celebración del
festival anual, el último domingo de octubre. . El motivo de esta
concesión se debía al hecho de que se consideraba que las reliquias,
recuperadas en Roma, pertenecían al santo mártir de Nicomedia
mencionado en las fuentes hagiográficas y que, por lo tanto, podían
presumir de cierta historicidad. Sin embargo, existen dudas sobre esta identificación,
en particular con respecto a la supuesta transferencia de la ciudad asiática
a la catacumba de Priscilla, no mencionada por ninguna fuente histórica.
El único elemento que pudo haber quedado claro a este respecto fue
el epígrafe colocado al cierre del nicho que contenía los huesos
del santo, lamentablemente perdido y del que hasta ahora no conocemos una
transcripción. Independientemente de esta posible identificación,
Sant'Orsa sigue siendo objeto de un culto popular popular: además
de ser proclamada patrona de los valles de Ossola, es particularmente invocada
como protectora de los niños, cuya bendición tiene lugar con
motivo del festival anual. Actualmente, la urna de Sant'Orsa, coronada por
un ángel con una corona y símbolos de martirio en la palma
de la mano, se guarda en un techo elevado que se abre hacia el pasillo derecho
de la iglesia, terminado en forma elegante en 1898.