SANTA IRENE DE
TESALÓNICA
5 de abril
304 d.C.
En Tesalónica, ciudad de Macedonia, Santa Irene, virgen y
mártir, que por haber ocultado los libros sagrados, en contra de
la prohibición del emperador Diocleciano, fue conducida a un
lupanar público y después quemada por orden del prefecto
Dulcecio, bajo cuyo mandato también sus hermanas Ágape y
Quionia habían padecido, poco antes, el martirio.