SANTA GEMMA GALGANI
11 de abril
1903 d.C.
Nació en Borgo
Novo de Caparonni o en Camigliano, (Lucca), en el seno de una familia
cristiana y de notable bienestar económico. Huérfana de
madre a los ocho años y de padre a los diecinueve años,
tuvo que ir de una familia a otra, en absoluta pobreza ya que los
acreedores se habían llevado hasta las monedas que llevaba en
los bolsillos; terminó acogida en casa de la familia Giannini en
Lucca, que tenían 11 hijos de corta edad, allí
vivió sencilla y modestamente, con una delicada reserva que
trataba de esconder hechos extraordinarios que eran la comidilla de la
población. En 1899 recibió en su cuerpo la
impresión de las llagas de Cristo, todos los jueves y viernes de
la semana. Se preparó a la primera Comunión con ocho
días de ejercicios espirituales: "Jesús se dejó
sentir, con indecible dulzura, en mi alma: y me sentí obligada a
hacer permanente aquella unión". Su naturaleza física era
enfermiza, pero psíquicamente era totalmente normal, aunque
algunas personas hayan negado tal hecho. Tenía
predilección por ayudar y socorrer a los pobres, pero al final,
cuando ya no tenía nada, le prohibieron estas prácticas,
por ello optó no salir de casa, porque todos los indigentes se
agolpaban donde ella estaba y no podía darles nada.
Ansiaba ser religiosa
pasionista, apenas se lo permitieran las circunstancias, pero no la
admitieron, como tampoco lo hicieron las Visitandinas, a causa del
parecer contrario del obispo Ghilardi. Su vida la entregó a la
oración y los sufrimientos redentores de Cristo en la
pasión. Sufrió calumnias, desprecios, incomprensiones,
tentaciones diabólicas, como consecuencia de su
identificación con Cristo. Su confesor, el obispo Volpi,
atribuyó a histeria los fenómenos que le sucedían
mientras que su director espiritual, el pasionista Germán de San
Estanislao, aseguraba que era de origen sobrenatural, ya que
había él mismo observado en primera personas la veracidad
de estos hechos.
Tuvo una enfermedad
que hizo que los médicos la desahuciaran después de una
dolorosa operación. Cristo le había dicho: "Padeciendo se
aprende a amar". Desde su niñez caminaba con su ángel
custodio: "la carta, apenas terminada, se la doy a mi ángel.
Está aquí junto a mi que espera". ¡Y las cartas
llegaban a destino sin pasar por el correo! Y con 25 años,
plenos de sacrificios, sufrimientos y contradicciones, murió;
aunque sus biógrafos insisten en señalar que la causa de
su muerte fue un exceso de amor, un deseo de su alma de encontrarse con
su Amado. En sus últimas cartas decía: “¡Su
misterioso amor jamás, jamás cansa!”. “No pensar en
Jesús es imposible: Jesús me persigue con su amor.
Dondequiera que yo vaya. Él no me abandona, nunca se separa de
mí. A buen seguro habrá observado que sin Él no
puedo vivir...”. Escribió su "Diario" y la "Autobiografía",
que nos hacen conocer mejor su vida.
Su canonización
se realizó a pesar de la fuerte oposición que
existió a causa de sus excepcionales experiencias religiosas. Un
escritor dice que vivió la santidad: "a) con una caridad
desbordante que le hace preocuparse de los demás hasta el
heroísmo. b) Una obediencia ciega a las personas que le quieren
orientar en el laberinto de su vida. c) Una humildad que le coloca a la
altura del polvo cuando quiere valorarse a sí misma".
Con todo, en los
santuarios donde viene celebrando con afluencia de fieles el día
14 de Mayo, por concesión de la Congregación para el
Culto, puede seguir celebrándose este mismo día. Fue canonizada por Pío XII el 2 de
mayo de 1940.