SANTA ANTUSA DE
CONSTANTINOPLA
18 de abril
801 d.C.
Antes de
ser abadesa de un convento de Constantinopla, fue reclusa. Fue
célebre por su veneración a las imágenes de los
santos y por esta razón compareció ante el emperador
Constantino Coprónico, que mandó someterla a la tortura;
pero se hizo amiga de la emperatriz y vivió hasta una edad
tardía.
Otros autores dicen que era hija del emperador Constantino
V Coprónico y de la emperatriz Irene, nació en
Constantinopla. Pronto se quedó huérfana de madre y se
quedó en la Corte junto a su hermano gemelo León. Su
padre se declaró iconoclasta y persiguió a los que
adoraban las imágenes. Antusa no apoyó a su padre y
después de ayudar a muchos pobres, reparar iglesias,
renunció al matrimonio, y se dedicó al servicio de
Cristo; cuando en el 775 su hermano sucedió a su padre en el
trono, con el nombre de León IV, la princesa distribuyó
sus bienes entre los pobres y rescató esclavos.
Cuando León IV murió en el 780, su mujer
Irene, fue regente por la minoría de edad de su hijo Constantino
VI y le ofreció a su cuñada Antusa asociarse con ella en
el gobierno del Imperio. Antusa rechazó la propuesta y
continuó con sus prácticas de caridad, ocupándose
sobre todo de las viudas y de los huérfanos, proveyendo a su
educación con sus bienes, hasta que tomo el hábito
monacal de manos del patriarca san Tarasio, en el monasterio de la
Concordia de Constantinopla, donde pasó sus últimos
años, empleada en los servicios más humildes y asistiendo
con su amor a sus cohermanas. Murió con casi 52 años. La
tradición oriental la considera mártir, pero no
así elMartirologio latino.