SANTA ANA
9 de diciembre
Siglo X a.C.



   Era una de las dos esposas de Elkana el Zufita. Siendo esteril, fue en peregrinación al templo de Silo, un valle entre Siquém y Ramá, la localidad donde habitaba, imploró al Señor que la hiciera madre, haciendo el voto de ofrecerle su criatura  “para todos los días de su vida” (I Sam 1, 12). Obtenida la gracia, impuso a su hijo un nombre que hacía comprender una verdadera consagración: Samuel, que en hebreo quiere decir “el nombre (de Dios) es El” (Shem-EI) pero ligado también al hecho que la madre lo ha insistentemente solicitado, este sería el significado porque en hebreo “shal’al”es como decir “solicitar”, lógicamente en este caso al Señor, (I Sam, 1-20). 

   El nacimiento de Samuel (Sam 2, 1-10) inspira a Ana un cántico de acción de gracias que algunos consideran el prototipo del “Magnificat”. Ana agradecida al Señor y fiel a su voto, regresó a Silo y entregó a su hijo al sacerdote Elí. Es festejada por los ortodoxos griegos.

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(Pbro. José Manuel Silva Moreno)