SAN RICARDO GWYN
1584 d.C.
17 de octubre
Nació en Llanidloes en Powys (Gales). Estudio en Oxford y luego
en el Saint John's College en Cambridge. Renunció al
anglicanismo, se casó y tuvo seis hijos. Fue maestro de escuela
en Overton, Wrexham y Gresford. Presionado porque no asistía a
los servicios religiosos, asistió a uno de una iglesia
anglicana, pero ello le causó un profundo desasosiego interior y
se arrepintió de ello. Puso su escuela en una vieja granja para
evitar su arresto. En 1579, mientras se hallaba en Wrexham, fue
reconocido por un apóstata, quien le denunció a las
autoridades.
Fue arrestado pero consiguió escapar una noche, y
vivió libremente durante un año y medio, hasta que fue
detenido de nuevo y fue encerrado en la cárcel de Ruthin. Estuvo
durante cuatro años detenido, y le obligaron a ir a una iglesia
protestante, intentaron convencerle de la verdad del anglicanismo. El
juez le condenó a pagar una multa de 800 libras por haber
causado desorden en la iglesia. En septiembre, se le impuso una multa
de 1680 libras (con el valor de 1960) por no haber asistido a los
servicios protestantes en todo el tiempo que llevaba en la
prisión. El juez le preguntó cómo iba a pagar esas
multas tan elevadas. Ricardo respondió: «Tengo
algón dinero». «¿Cuánto?»,
preguntó el juez: «Seis peniques», replicó el
santo sonriendo. Después de ser juzgado otras tres veces, fue
enviado con otros tres laicos y el sacerdote jesuita Juan Bennet ante
el consejo de las Marcas. Los mártires fueron torturados en
Bewdley, Ludlow y Bridgnorth, para que revelasen los nombres de otros
católicos. En la cárcel escribió numerosas
poesías religiosas en galés, en los que exhortaba a sus
compatriotas a permanecer fieles a la Santa Madre Iglesia y
describía, con una violencia comprensible en sus circunstancias,
a la nueva religión y sus ministros. .
En octubre de 1584, san Ricardo fue juzgado por octava
vez, en Wrexham, junto con otros dos católicos, Hughes y Morris.
Se le acusaba de haber tratado de reconciliar con la Iglesia de Roma a
un tal Luis Gronow y de haber sostenido la soberanía pontificia.
Ricardo respondió que jamás había cruzado una
palabra con Gronow. Este último declaró más tarde,
públicamente, que el vicario de Wrexham y otro fanático
le habían pagado a él y a otras dos personas cierta suma
para que levantasen falso testimonio. Como los miembros del jurado se
negaron a asistir al juicio, el juez formó de improviso otro
jurado, cuyos miembros tuvieron la ingenuidad de preguntarle, ¡a
quiénes debían absolver y a quiénes debían
condenar!, Ricardo Gwyn y Hughes fueron sentenciados a muerte, y Morris
recobró la libertad. (Hughes fue después indultado). El
juez mandó llamar a la esposa de Ricardo, quien se
presentó con su hijito en los brazos y la exhortó a no
imitar a su marido. Ella replicó: «Si lo que
queréis es sangre, podéis quitarme la vida junto con la
de mi esposo. Basta con que deis un poco de dinero a los testigos e
inmediatamente declararán contra mí».
Fue sentenciado a muerte en Wrexham, Gales. Al llegar al
patíbulo se encontró con muchos simpatizantes suyos, la
mayoría alumnos, pudo bendecir a su mujer y a su hijo
pequeño. Pidió perdón a quien hubiera podido haber
ofendido y perdonó al verdugo. La multitud gritó que le
dejasen morir antes de desentrañarlo, pero el alcalde, que era
un apóstata, se negó a conceder esa gracia. El
mártir gritó en la tortura: «¡Dios
mío! ¿Qué es esto?» «Una
ejecución que se lleva a cabo por orden de Su Majestad»,
replicó uno de los esbirros. «¡Jesús, ten
misericordia de mí!», exclamó el santo. Unos
instantes después, su cabeza rodaba por el suelo. Fue
beatificado en 1929 y canonizado en 1970 por SS Pablo VI.