SAN PERPETUO DE TOURS
30 de diciembre
494 d.C.
Nació en el seno de una familia senatorial. Obispo de Tours
(460-490), otros autores dicen que de Utrecht. Una vez que lo nombraron
obispo de Tours, dejó todo cuanto tenía para el consuelo
de los pobres. Fue uno de los obispos más sobresalientes de su
tiempo.
Perpetuo
agrandó la basílica dedicada a San Martín de Tours
e hizo una casa grande a su lado para albergue de peregrinos. Desde el
primer año de su episcopado, convocó un concilio
provincial en Tours. Decretó que los fieles observaran algunos
días de la semana con especial atención a las cosas del
espíritu.
La influencia de san
Perpetuo fue enorme. Trece siglos después de su muerte , alguien
escribió estas palabras atribuidas al santo: “Vosotros, mis
queridos hermanos, mi corona, mi alegría, es decir, el pobre de
Cristo, necesitados, mendigos, enfermos, viudas y huérfanos...A
todos vosotros os declaro mis herederos”. Catorce años antes de
morir, escribió su testamento, un documento perfecto de
cómo debían ser los obispos de aquellos tiempos.
Los últimos años de su vida fueron malos, debido a la
invasión de lo Godos y a la doctrina arriana. Legó un
calendario a la posteridad que está considerado una
falsificación del siglo XVIII.