SAN PEDRO PASCUAL
6 de diciembre
1300 d.C.



   Nació en Valencia en el seno de una familia cristiana. Desde Valencia, marchó a estudiar a la universidad de París (1241) donde se doctoró en Teología y fue ordenado sacerdote. Volvió a España, y durante un tiempo fue canónigo de la catedral de Valencia y preceptor de los hijos del rey de Aragón. Ingresó en los mercedarios. Recorrió España predicando en misiones populares. En 1291 marchó a Roma y predicó en Francia e Italia.

   En 1296 el Papa Bonifacio VIII lo nombró obispo de Jaén; el papa le concedió el privilegio por tres años para que gozara de las rentas de la abadía de San Miguel de Transmuris, cerca de Braga, dada la precaridad económica de la sede gienense, causada por las continuas razzias árabes. Llevaba ocho años como obispo de Jaén, cuando ya con 70 años, fue apresado por los moros de Granada en 1297, mientras visitaba su diócesis junto con algunos canónigos y racioneros de la catedral, y fueron conducidos a Granada. En Granada parece que gozó de libertad de movimiento, y se pudo dedicar a la atención espiritual de los cautivos cristianos. El papa consiguió el dinero para su rescate, pero por dos veces lo dedicó la comprar la libertad de otros prisioneros, que por la dureza del cautiverio podían abjurar de su fe. En Granada también disputó con judíos y musulmanes y escribió en castellano y valenciano, latín y árabe contra el Islam. La leyenda dice que lo mataron tres años más tarde al pie del altar donde celebraba la misa, donde lo decapitaron, pero parece que murió en prisión.

   Sobre su vida hay muchas dudas entre los hagiógrafos que piensan que pudo no ser mercedario, y confundido con otro obispo de Jaén. Sus restos se conservan en la catedral de Baeza. Clemente X confirmó en 1670 el culto del Beato Pedro Pascual, e incluyó su nombre en el Martirologio Romano. Aunque suele darse a Pedro Pascual el título de santo, el Martirologio Romano le llama «beatus».

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(Pbro. José Manuel Silva Moreno)