SAN PEDRO FOURIER
9 de diciembre
1640 d.C.
Lorenés nacido en
Mirecourt (Lorena) en el
seno de una modesta familia de comerciantes de tejidos, en una
época de
conflictos a causa de la Reforma. Pedro se vio envuelto en estos
eventos, pero
decía "ganar una sola alma es más que crear un mundo".
Estudió en la
universidad de Pont-à-Mousson, en su ciudad natal y regida por
los jesuitas. A
los 20 años se hizo canónigo agustino regular en la
abadía de Chaumousey, cerca
de Epinal; fue ordenado sacerdote y en 1589 fue enviado a continuar sus
estudios teológicos a Pont-à-Mousson. De allí
saldrá convertido en un brillante
teólogo, y eligió la parroquia más oscura y
difícil de los Vosgos en la aldea
de Mattaincourt, llena de calvinistas, miseria y abandono. Allí
permaneció
durante 30 años.
Sus sermones, su
caridad y su ejemplo
operaron una rápida transformación y, mientras
evangelizaba a sus feligreses,
se ocupó de fundar una caja de socorros mutuos; puso paz y
organizó escuelas
gratuitas. Luchó contra la peste endémica de su parroquia
y consiguió su
erradicación. Las escuelas para niñas le llevaron a
fundar en 1598, junto con
la beata Alexia Le Clerc, la Congregación de Canonesas de
Nuestra Señora, Orden
que tropezó con muchas dificultades, ya que en la época
escandalizaba el hecho
de que unas religiosas de clausura se dedicasen a la enseñanza
fuera del
claustro; intentó fundar otra Congregación para la
enseñanza de niños, pero no
tuvo éxito. También creó una institución de
crédito: la Bolsa del Espíritu
Santo, que sería el germen de las futuras cajas de ahorros, a
favor de muchos
comerciantes que se habían arruinado. También quiso
intervenir en la resolución
amistosa de los pleitos. Su idea era formar una reunión de
personas
desinteresadas y juiciosas que, en unión de dos abogados,
señalarían un día
para audiencias públicas y gratuitas a fin de transigir
amigablemente las
cuestiones planteadas por los litigantes. Si alguna de las partes no
quería
someterse a la decisión de los árbitros tenía que
depositar en una caja común,
fundada para este objeto, la suma necesaria para costear los gastos de
un juicio
ordinario, con lo que pagaba los gastos de la parte que era favorable
al
arbitraje. Con esto se adelantó a los tribunales arbitrales tal
como los
conocemos hoy en día.
En 1621, el obispo de
Toul le encomendó la
reforma de los Canónigos Regulares; fue nombrado general de la
unión de
monasterios reformados que tomó el nombre de Congregación
de Nuestro Salvador.
Cuando la guerra de los Treinta Años, Mattaincourt estaba
irreconocible por su
transformación espiritual y de costumbres, pero la lealtad de
Pedro al duque de
Lorena, y por su oposición a las alianzas con los protestantes
del cardenal
Richelieu, además fue consejero del duque Carlos IV, a quien
apoyó sin reservas
en las opciones a favor de la causa imperial católica, le
obligaron a exiliarse
y murió en Gray en el Franco Condado. Su
canonización tuvo lugar en 1897
por León XIII. El santuario de San Pedro Fourier en Mattaincourt
es un
importante centro de peregrinación.