SAN OSEAS, PROFETA
Siglo VIII a.C.
17 de octubre
Profeta menor compañero de Amós. Hijo de
Beerí. Profetizó a las tribus del reino del Norte; su
profecía fue en contra de sus compatriotas samaritanos a los que
predijo su destrucción. Fue un profeta “vigía” que
conocía la política y el culto. Y se esforzó por
releer la historia de su tiempo con la mirada escrutadora y
crítica de un creyente. Con ojos de un Dios mil veces
abandonado, de un Dios al que hay que buscar, de un Dios que, sin
embargo, es compasivo.
Su mujer Gomer, se fue detrás de sus amantes.
Escribió el más desgarrado poema de amor mal pagado. Sus
hijos llevan nombre simbólicos: Yizreel (Dios Siembra),
Lo-Rujamá (Incompadecida) y Lo-Ammi (No-mi-pueblo). En su propia
historia va descifrando la historia de su propio pueblo. Oseas pregunta
qué sentido puede tener los sacrificios y el culto de un pueblo
que olvida la justicia. (Os 5, 6; 6, 4-6; 8, 11-13). Nadie como Oseas
ha cantado el amor de un Dios que se deja buscar, que se hace cercano y
accesible y el símbolo es su matrimonio que tiene tres etapas
(matrimonio, divorcio y reunión); la fidelidad de Dios hacia su
pueblo lo impulsa a aceptar a Gomer, a amarla “como Dios ama a los
israelitas” (3,1). El evangelio de Mateo, pone en boca de Jesús
una frase de Oseas: “Misericordia quiero y no sacrificio” (Os 6, 6; Mt
9, 13).