SAN ORTARIO
15 de abril
580 d.C.
Según un leccionario local, Ortario nació en el seno de
una familia noble, e ingresó al monasterio a los doce
años. Se empeñó de tal modo en la práctica
de la virtud, que su fama de santidad comenzó a extenderse por
fuera de los límites del monasterio. A los 50 años
aproximadamente fue elegido abad, y en ese encargo redobló su
buen ejemplo en el cumplimiento de la regla, en la humildad y la
ascesis.
Se le conocen dos
milagros: en un caso fortaleció con sus oraciones los miembros
de una joven muchacha que no podía caminar a causa de la
debilidad de su cuerpo, y en el otro limpió la piel de una mujer
afectada de lepra.
Tenía gran devoción a la Virgen María, en cuyo
honor hizo construir una capilla en el monasterio. Murió a los
98 años después de ostentar el abadiato durante 50
años. Y aunque el diablo intentó, como lo había
hecho en toda su vida, restarle méritos, el poder de su santidad
se afianzó con grandes milagros ante su tumba, por lo que el
culto se extendió con rapidez, y continúa en al
actualidad en Normandía.