SAN NICOMEDES
90 d.C.
15 de septiembre
Nicomedes,
un mártir de la Iglesia de Roma, fue sepultado en una catacumba
sobre la Vía Nomentana «precisamente fuera de la Porta
Pia». Hubo una iglesia dedicada a él, y existen pruebas de
la antigüedad de su culto. La tradición dice que a los
paganos que «trataban de obligarlo a ofrecer sacrificios»,
les respondió Nicomedes: «Yo no sacrifico ante nadie
más que el Dios Todopoderoso que reina en el Cielo».
Inmediatamente «fue azotado con látigos que tenían
trozos de plomo en las puntas, durante largo tiempo, hasta que
entregó el alma al Señor bajo esta tortura». Parece
que murió en el siglo II.
Era un presbítero romano, que fue martirizado
durante el gobierno de Domiciano; en las leyendas posteriores se le
puso en relación con santos Nereo, Aquiles y Petronila.
Según la leyenda, Nicomedes celebraba los misterios sagrados en
casa de Petronila, hija del apóstol san Pedro, antes de que ella
muriera recibiendo la eucaristía, y eludiendo así una
propuesta de matrimonio del “comes” Flaco. Más tarde, se
ocupó de sepultar a santa Felícula, hermana de leche de
Petronila, asesinada por Flaco, por negarse a casarse con él.
Por esta razón fue arrestado por Flaco, y al negarse a
sacrificar a los dioses, fue arrojado al Tíber. Un
clérigo amigo suyo, llamado Justo lo sepultó en la
vía Nomentana.