SAN MELITO
24 de abril
624 d.C.
Fue abad en
Roma, posiblemente del monasterio de Sant'Andrea en Colle Celio; en el
601, San Gregorio Magno le envió a Inglaterra con un segundo
grupo de monjes misioneros, después del primero de san
Agustín de Canterbury. Pasó tres años en Kent y,
después, fue enviado a Londres como su primer obispo. Melito fue
el destinatario de una famosa carta del papa Gregorio Magno conocida
como “Epistola ad Mellitum”, preservada en una obra posterior del
cronista medieval Beda, que sugiere que la conversión de los
anglosajones debía emprenderse gradualmente e integrar las
costumbres y rituales paganos. En 610, Melito regresó a Italia
para asistir a un consejo de obispos, y volvió a Inglaterra con
un cargamento de cartas papales para algunos de los misioneros.
Melito fue obligado a exiliarse de Londres por los
sucesores paganos de su mecenas, el rey Sigeberto de Essex, tras la
muerte de este hacia 616, por haberles negado la comunión si no
recibían el bautismo. El otro mecenas de Melito, el rey
Ethelberto de Kent, murió en torno a las mismas fechas, lo que
le obligó a buscar refugio en la Galia. Melito regresó a
Inglaterra al año siguiente, después de que el sucesor de
Ethelberto se convirtiera al cristianismo, pero no pudo regresar a
Londres ya que sus habitantes seguían siendo paganos. En el 619,
fue llamado de nuevo a Kent para suceder a san Lorenzo en el cargo de
arzobispo de Canterbury. Durante su ejercicio, presuntamente
salvó a la catedral y a gran parte de la ciudad, de manera
milagrosa, de un incendio. Tras su muerte fue reverenciado como un
Santo.