SAN MARCELINO DE EMBRUN
20 de abril
374 d.C.
Junto
con Vicente y Domnino. Eran presbíteros
misioneros africanos que fueron a la Galia y predicaron en el
Delfinado. A sus dos amigos los envió a los Alpes Bajos. El se
quedó en Embrun. En seguida, llevado por la urgencia de anunciar
el evangelio y para tener un lugar apropiado en donde hacerlo,
construyó una capilla en la ciudad que pronto fue reemplazada
por una gran iglesia en la propia ciudad cuando creció el
número de cristianos. San Gregorio de Tours, que murió en
el 594, nos cuenta que incluso en sus días el agua que se
utilizaba para llenar el bautisterio de esa iglesia tenía
fuertes propiedades curativas.
Para su inauguración invitó a san Eusebio de
Vercelli. A pesar de la distancia y de los caminos, vino desde el
Piamonte para la consagración de la iglesia y, de camino, lo
consagró Obispo de Embrun. Sufrió persecución a
manos de los arrianos, que lo obligaron a esconderse en las
montañas, adonde lo visitaban y asentaban sus fieles y clero.
Murió el 13 de abril del 374, pero no fue enterrado sino hasta
el día 20. Más tarde sus restos fueron trasladados a Puy,
para evitar que fueran profanados por incursiones sarracenas, pero
fueron destruidos en 1792, excepto su cabeza, que permaneció en
Digne, donde Domnino tenía su base misionera.