SAN LUIS MARÍA
GRIGNION DE MONTFORT
28 de abril
1716 d.C.
Natural de
Montfort-la-Cane (actual Montfort-sur-Meu en Bretaña). Hijo de
un abogado de fuerte temperamento que heredó nuestro santo y que
fue una de sus cruces personales. Fueron 18 hermanos. Se formó
con los jesuitas de Rennes en el colegio de Santo Tomás Becket
donde pasó ocho años entregado a los estudios de
humanidades, de aquí le vino su vocación. Aquí
trabó amistad con los padres carmelitas de la reforma Turonense
y de los que aprendió la doctrina que luego se haría
famosa en toda la Iglesia: En Maria, Con María, Por María
y Para María...
En el colegio de Rennes se inscribió en la
Congregación Mariana e hizo rápidos progresos en el
camino de perfección y en el amor a María. Con el jesuita
Claude-Fraçois Poullart des Places (posteriormente fundador de
la Congregación del Espíritu Santo) fundó una
asociación secreta cuyos miembros se comprometían a una
vida cristiana coherente al servicio de los pobres y un ferviente amor
a María.
Hizo estudios superiores en el seminario de San Sulpicio de
París, estudiando en la Sorbona, pero se murió su
bienhechor que le costeaba los estudios y pasó entonces al
seminario de los pobres, donde fue ordenado sacerdote a los 27
años en 1700. Durante su estancia en San Sulpicio, se
empapó de todos los estudios teológicos sobre
María. Hizo grandes penitencias personales y terminó tan
enfermo que tuvo que ser ingresado en el hospital.
Su intención era pasar al Canadá como
misionero, pero su director espiritual le mandó hacer su
apostolado en Francia y obedeció. Su director lo mandó
vivir en la comunidad sacerdotal de San Clemente de Nantes. Su estancia
allí le resultó un calvario porque aquella comunidad era
jansenista.
Se despidió y fue capellán de un hospital de
Poitiers del que se le despidió tres veces porque su santidad se
la veía como orgullo y ceguera, a causa de las reformas que
intentaba aplicar para mejorar la situación de los pobres;
vivió como un mendigo en París cuando se le cerraron
todas las puertas y en el 1706 se consagró a sus misiones
populares por la Vendée, la Bretaña y el Poitou, en medio
de la guerra declarada a los jansenistas (entre los que no faltaron
obispos) que obstaculizaron por todos los medios su labor, ya que le
retiraron en muchos casos las licencias para predicar (alguna vez le
obligaron a suspender unas misiones que estaba dando). Algunos amigos
le tuvieron por loco, y el rey le creyó un conspirador. Fue
llamado el apóstol de la esclavitud mariana y del rosario,
aunque él quería ir de misionero a tierras de infieles,
se tuvo que contentar con la evangelización de Francia, dominada
por la herejía jansenista. De ortodoxia férrea,
devotísimo de la Virgen, hombre de sacramentos, de rosario, de
predicación efusiva e irresistible, pero, por encima de todo,
muy paciente en las adversidades, activo y enamorado de las vías
misteriosas de la Providencia: "Bendito sea Dios pase lo que pase,
bendito sea Dios si me da o si me niega, bendito sea Dios si me lo
quita todo."
Decidió ir a Roma y consultar su ministerio con el
papa Clemente XI, que le nombro misionero apostólico en las
diócesis de Francia donde lo recibieran los obispos: para ello
le indulgenció el crucifijo y le dio la facultar de bendecir
cruces indulgenciadas.
Fue un gran orador, poeta y músico popular; remataba sus
sermones con una canción que dejaba al público
atónito. Entre sus fundaciones de vida de perfección se
cuentan los Hermanos de san Gabriel, los padres de la
Compañía de María (para dar misiones populares) y
las Hijas de la Sabiduría (para cuidar a los enfermos) junto con
la beata María Luisa de Jesús Trichet, a la que
conoció en Poitiers, vivida en consagración personal a la
Virgen. Escribió "Tratado de la verdadera devoción a la
Santísima Virgen", "Consagración Filial" o "Santa
Esclavitud". Murió en Saint Laurent-sur-Sêvre a causa de
una pulmonía. Fue canonizado por el
Papa Pío XII el 20 de julio de 1947.