SAN LORENZO DE
FRAZZANÓ
30 de diciembre
1162 d.C.
Nació en el pequeño pueblo de Frazzanò o Fraxanone
(Sicilia). Sus padres murieron en el término de un año,
dejando al niño huérfano al cuidado de la joven madre de
leche Lucía, una vecina. A los seis años, después
de los primeros acercamientos a la liturgia y la Escritura, Lorenzo
pidió a Lucía poder estudiar las letras divinas y
humanas. Así, fue dirigido al monasterio basiliano de San Miguel
Arcángel en Troina, donde el joven sorprendía a todos por
sus dotes humanas y religiosas. El propio obispo de Troina lo
invitó a vestir el hábito de monje basiliano y recibir
las órdenes menores y mayores.
Con sólo 20 años Lorenzo era ya sacerdote y su fama se
extendía por la región. Fue al monasterio de Agira, y los
fieles lo seguían para escuchar las palabras del santo. En 1155
aproximadamente Lorenzo entró en el monasterio de San Felipe de
Fragala. Durante este tiempo, Lorenzo hizo lo posible por hacer para
hacer construir en Frainos (es decir, Frazzanò) una iglesia
dedicada a San Filadelfo. En el otoño de 1162 se puso fin a la
labor de la nueva iglesia de Todos los Santos, que deseaba «en
honor a la Santísima Trinidad». Murió con fama de
santidad. Su fama de santo obrador de prodigios sigue vigente en la
región.