SAN JUAN EREMITA
Siglo IV d.C.
17 de octubre
Conocido
como "Kolobos" (el Enano), había nacido en Basta en Egipto; fue
discípulo de san Pemón en el desierto de Scete y se le ha
descrito como un hombre irascible y vanidoso por naturaleza; pero
gentil y humilde por gracia divina. Era famoso por sus distracciones.
Por obediencia regó un bastón de paseo y cuando
germinó fue llamado "el árbol de la obediencia".
San Juan opinaba que la perfección de un monje
consiste en salir lo menos de de su celda, en vigilar continuamente sus
acciones y en no perder nunca de vista a Dios. Jamás hablaba de
los acontecimientos del mundo ni comentaba las noticias, como suelen
hacerlo los hombres superficiales. Vivía tan concentrado en las
cosas divinas, que parecáa olvidado de las cosas terrenales. La
humildad de san Juan era tanto más notable cuanto que era de
temperamento vivaz y tendía a poseer una buena opinión de
sí mismo; pero conocía perfectamente sus tendencias y se
propuso esquivar el trato con los hombres y las vanas discusiones. Su
sabiduría llegó a ser famosa.
Cuando los berberiscos atacaron Scete, san Juan cruzó el Nilo y
se retiró al sitio en que san Antonio había vivido, cerca
del Mar Rojo. Ahí murió. Poco antes, sus
discípulos le pidieron que les diese la última
lección sobre perfección. El santo respondió
humildemente, como si no quisiera citar su propia experiencia: "Nunca
he hecho mi voluntad y nunca he enseñado nada que antes no
hubiese yo practicado".