SAN JUAN DE MONTEMARANO
14 de abril
1094 d.C.
Nació en una aldea de Montemarano (Avellino, Italia) llamada San
Leonardo en el seno de una familia pobre de campesinos o artesanos. Era
sacerdote y monje benedictino cuando, en 1084, sus conciudadanos,
habiéndose quedado sin obispo, pidieron al papa san Gregorio VII
(que estaba exiliado en Palermo) que lo nombrara obispo de Montemarano.
El papa accedió a la demanda, y a fines de ese mismo año
Juan fue consagrado en la catedral de Benevento, por el arzobispo de
esa ciudad.
Vuelto a Montemarano, el obispo Juan fue acogido con júbilo por
sus conciudadanos. El Santo se distinguió bien pronto como
reformador del clero y como celoso pastor de almas. Se cuenta que
él mismo trabajaba los campos para dar de comer a los más
pobres. Se recuerdan dos milagros atribuidos a san Juan cuando aun
vivía.
Su cuerpo fue sepultado en al catedral. El 20 de febrero de 1906 el
Papa San Pío X confirmó el culto inmemorial recibido por
san Juan en Montemarano, donde se lo festeja el 14 de abril y el 20 de
agosto.