SAN JUAN DE MATA
17 de diciembre
1213 d.C.
Nació en
Fauçon (Alta Provenza), en el seno de una familia piadosa y
burguesa. Estudió primero en Aix y, en París en los
Estudios Generales Catedralicios de Notre Dame, regidos por los
canónigos regulares de San Víctor, se doctoró en
Teología e hizo vida de penitente en la soledad de las
montañas, en la oración imploraba: "Señor,
ayúdame a descubrir cuál es tu voluntad". Se
dedicó a la docencia, aunque era seglar, sin haber recibido ni
siquiera la tonsura. Parece que las críticas que recibió
por dedicarse a enseñar Teología, sin ser sacerdote, fue
lo que le decidió ser ordenado sacerdote en 1193. Durante este
tiempo, sufrió las razzias musulmanas en su pueblo, y la
convocatoria de la III Cruzada. Sintió un gran dolor por la
suerte de los cautivos, y pensaba que la solución no estaba en
las armas, sino en otro modo más pacífico. El lema
será: “Gloria a Dios Trinidad, y al cautivo, libertad”.
Según
cuenta su hagiografía, en el día de su ordenación,
mientras celebraba la primera misa, se le apareció un
ángel vestido de blanco con una cruz roja y azul en el pecho, no
tenía brazos y tenía a sus lados esclavos encadenados,
inspirado en esta visión, decidió dejar su cátedra
de Teología y fundar en la ciudad de Cerfroid (diócesis
de Meaux), junto con san Félix de Valois una Orden religiosa de
redención de esclavos. Sus ideales presentados ante el papa
Inocencio III recibieron la aprobación en 1198 de la
fundación de la Orden de la Santísima Trinidad y
Redención de los Cautivos. En su regla se establecía que
“una tercera parte de todo lo que lícitamente entrare en casa se
separa para la redención de cautivos”. En Francia fueron
llamados “Mathurins” o “Hermanos de los asnos”, ya que, por humildad,
se negaban a montar en caballo.
Según la leyenda estuvo en Marruecos cumpliendo su misión
entre los infieles, con la ayuda de Miramamolin, jefe marroquí.
Volvió con 186 cautivos redimidos, que llegaron a Marsella. Tras
este éxito, la Orden se extendió por toda Europa. Fue
legado pontificio en la Dalmacia, se negó a aceptar el obispado
de Ostia. Recorrió España fundando conventos y
predicó en el sur de Francia contra los albigenses. Murió
en Roma, en la iglesia de San Juan in Formis (donada por Inocencio III
para la Orden) donde se ocupó de innumerables obras de caridad,
teniendo a su lado a san Jerónimo Emiliani. En el siglo XVII su
cuerpo fue trasladado a Madrid por los trinitarios
españoles. Su culto fue aprobado en 1665 por Alejandro
VII. Desde 1969 su culto se ha limitado a los calendarios locales.