SAN JUAN ALMOND
5 de diciembre
1612 d.C.
Nació en Allerton en Liverpool. Estudió en Much Woolton,
y luego marchó a Irlanda, desde donde pasó a Reims y en
Roma, donde tuvo una disputa teológica con el cardenal Baronio
que quedó gratamente impresionado por los conocimientos de aquel
joven inglés. Fue ordenado sacerdote en 1598 en Roma.
Trabajó en la
misión inglesa desde 1602 a 1612. Trabajó duramente en el
campo apostólico, defendiendo la fe católica frente a las
calumnias que circulaban contra ella. Su labor fue tan destacada que el
gobierno ordenó su busca y captura que ocurrió en 1612, y
encarcelado en Newgate, donde estuvo a pan y agua. Ministros
anglicanos, así como el obispo de Londres, John King, intentaron
polemizar con él, pero no consiguieron que desistiera de su fe.
Se le pidió que prestara juramento reconociendo la
supremacía del rey Jacobo I, a lo que se negó en cuanto
que el juramento implicaba la supremacía sobre la Iglesia.
Llegado al patíbulo repartió todo lo que poseía
entre los asistentes, incluyendo cuatro libras de plata. Y dijo: “Una
hora sigue a la otra, y nunca tarda mucho en llegar la muerte. Pero
propiamente no es muerte, es la puerta de la vida toda vez que nos
lleva a la felicidad eterna”. Mientras lo ahorcaban no dejó de
pronunciar el nombre de Jesús.