SAN JUAN I
523-526 d.C.



   Fue obligado por Teodorico a ir a Constantinopla para pedir la supresión de toda medida de persecución en contra de los arrianos. El Papa fue recibido en triunfo y coronó al emperador Justino (525). Pero las ventajas obtenidas para los arrianos fueron considerdas como insuficientes por Teodorico, que invitó al Papa a Ravena, donde lo encarceló, junto con los demás miembros de su séquito. Juan I murió en la cárcel. Había sido amigo de Boecio.

   El gesto de Teodorico se explica por la molestia que le causaba la política de acercamiento entre Roma y Bizancio. Acusaba a la Santa Sede y a los sacerdotes de urdir una conjura contra su reinado, de acuerdo con el emperador. Los restos mortales de Juan I fueron trasladados de Ravena a Roma, donde recibieron sepultura en San Pedro.

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(Pbro. José Manuel Silva Moreno)