SAN JOSÉ CHO
YUN-HO
23 de diciembre
1866 d.C.
Este
Santo era un joven coreano de 19 años, hijo del mártir
san Pedro Cho Hwa-so. Había nacido en en Shinchang, provincia de
Chungchong, hijo de la primera esposa de su padre. Cuando su padre
contrajo un segundo matrimonio, la familia se fue a vivir al poblado de
Songji Dong. Llegado a la adolescencia José trabajaba en una
granja. Había contraído matrimonio al cumplir los 18
años con Lucía Yi y llevaba junto a ella una vida honesta
y pacífica, llena de piedad y de bondad. Cuando empezó a
hablarse de que volvía la persecución, el joven
advirtió a su esposa su voluntad de ser fiel, y ella le
prestó su apoyo moral.
Fue arrestado el 5 de
diciembre de 1866, porque al saber del arresto de su padre se
presentó espontáneamente y no quiso escapar, como su
propio padre le proponía. Se negó a dar los nombres de
los cristianos y declaró con firmeza la fe. Enviado con su padre
a Chonju, hubo de pasar todo tipo de maltratos e insultos por el
camino. Su padre le animaba a sufrir por Cristo y José le
respondía que no tuviera duda de su determinación de ser
fiel.
Aquel mismo día fueron arrestados otros cristianos. Se le dijo a
José que su padre había apostatado -lo que era falso-
para ver si así el joven apostataba. Pero José
respondió que él no pensaba apostatar aunque lo hiciera
su padre. Cuando supo que a su padre lo martirizaban pero que a
él no lo llevaban al martirio, se dolió mucho de no poder
morir junto con él. Como lo veían tan joven lo
urgían una y otra vez a que apostatara, pero el joven nunca dio
un paso atrás. Por fin lo condenaron a muerte. Cuando lo
llevaban a la ejecución, un día frío de invierno,
presentado con sus vestidos hechos jirones, a mucha gente le dio
lástima, y hasta le ofrecieron comida. Comió el
mártir y dio gracias a la gente. Luego de negarse nuevamente a
la apostasía fue decapitado. Fue canonizado el 6 de
mayo de 1984 en Seúl por el Papa Juan Pablo II.