SAN JACOB
24 de diciembre
(Antiguo Testamento)



   Nieto de Abrahám e hijo de Isaac, padre y creador de las 12 tribus de Israel. Su madre se llamaba Rebeca, y tuvo un hermano gemelo: Esaú. Según el Génesis, Jacob, fue un hombre casero. Su padre prefería a Esaú, que era el primogénito, y que era cazador. Rebeca en cambio prefería a Jacob, y es ella quien le sugirió la estratagema para lograr la primogenitura por un plato de lentejas (Gn 25, 29-34). Para evitar las iras de su hermano, tuvo que huir de Berseba hacia Jarán y en el camino, sintió sueño y soñó en su codicia y en las mentiras que había hecho, así que levantó un altar y prometió al Señor cambiar de vida, y entregar sus bienes como ofrenda a Dios (Gn 32, 8).

   Aquella noche, en Betel, Yahvé le presentó una escala donde le desveló el sentido de su peregrinar y le prometió la posesión de toda aquella tierra. Años más tarde estará de nuevo en marcha, huyendo de su suegro Labán, y llegó a Majanéjim, donde le salieron al encuentro los ángeles del Señor (Gn 32, 23-33), en los que vio que su vida no había cambiado nada. Tuvo dos mujeres: Lía y Raquel, y dinero; de nuevo se encontró consigo mismo, y con la realidad de Dios. Dios le entregó un nombre nuevo: Israel (El “fuerte contra Dios”) porque había luchado contra Él. Desde ese momento encontró la libertad. (Gn 33, 12-20).

   Era ya anciano, padre de 12 hijos, cuando en Berseba, en otro sueño descubrió la presencia de Dios (Gn 46, 1-5). Debía partir a Egipto, a reunirse con su hijo José; y así descubrió al Dios protector, que siempre le guiará a él y a su pueblo al camino de la liberación. Murió en Egipto pero fue enterrado en Berseba.

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(Pbro. José Manuel Silva Moreno)