SAN HUGO DE ANZY-LE-DUC
20 de abril
930 d.C.
Nació en Poitiers y fue educado desde su nacimiento, en la
abadía benedictina de Saint-Savin (Poitou). Aquí
vistió el hábito religioso y fue ordenado
presbítero. Se retiró a vivir vida monástica en el
monasterio de San Pedro de Autun, donde acreditó fama como
reformador y buen administrador. Después colaboró con el
abad Arnulfo en la reforma del monasterio de San Martín en la
misma ciudad. También colaboró con el abad san Berno
en la reforma del monasterio de Baume-les-Messieurs y en la
organización del recién fundado monasterio de Cluny.
Cuando murió era prior de Anzy-le-Duc.
Hugo fue
célebre por su innata sabiduría y por sus milagros.
Comenzó la edificación de un hospital y de algunas
habitaciones de la abadía. Combatió con todas sus fuerzas
el paganismo todavía imperante en la zona. Pasó sus
últimos años viviendo casi como un eremita, para
prepararse mejor a la muerte. La muerte le sorprendió a edad muy
avanzada.
Hugo fue indudablemente una figura relevante del movimiento reformista
monástico del siglo X. Sus reliquias fueron colocadas en la
iglesia románica, a propósito construída para
él, en Anzy. Por desgracia se perdieron durante las guerras de
religión que acaecieron en Francia en el 1562.