332 d.C.
30 de septiembre
San Gregorio,
Obispo de la Armenia mayor; el cual habiendo padecido mucho en tiempo
del emperador Diocleciano, por último murió en paz.
Puede decirse de este Santo, llamado el Iluminador, que fue el
apóstol de la Armenia, habiendo propagado en este país
las semillas de la fe que sembraron los Apóstoles San
Bartolomé y Santo Tomás: y consiguió bautizar al
mismo Tiridates, rey de aquel país, después de haberle
perseguido tenazmente.
Leoncio, Obispo de Cesarea, le consagró, y desde entonces su celo no se limitó ya a la Armenia solamente, pues llevó la luz de la fe hasta el monte Cáucaso. Este Santo murió antes de que el gran Constantino fuese señor del Oriente.
Leoncio, Obispo de Cesarea, le consagró, y desde entonces su celo no se limitó ya a la Armenia solamente, pues llevó la luz de la fe hasta el monte Cáucaso. Este Santo murió antes de que el gran Constantino fuese señor del Oriente.