SAN GERARDO DE
HUNGRÍA
1046 d.C.
24 de septiembre
Natural de
Venecia; en el bautismo recibió el nombre de Jorge y
pertenecía a una familia oriunda de Dalmacia, que
descendía de la estirpe de los Sagredo. Con 5 años tuvo
una grave fiebre que sus padres imploraron la gracia de san Jorge para
que sanase. Una vez curado y llegado a la edad requerida,
ingresó en el monasterio benedictino de San Giorgio Maggiore en
la isla Maggiore de Venecia, y en recuerdo de su padre, recién
fallecido, tomó el nombre de Gerardo. Después de algunos
años fue elegido prior del monasterio y después abad,
pero poco después renunció al cargo, porque quería
ir en peregrinación a Belén en Palestina.
Partió en una nave, llegó hasta Zara, desde
donde en vez de proseguir para Tierra Santa, se marchó a
Hungría donde se estableció. Fue persuadido por san
Esteban de Hungría para que trabajase en la
evangelización de los magiares. Sin embargo no quiso permanecer
en la Corte y durante siete años vivió como
ermitaño en el Beel.
Más tarde fue preceptor del príncipe San
Emerico, y en el 1035, fue elegido primer obispo de Csnád;
trabajó con el máximo celo sobre todo en la observancia
litúrgica y en la evangelización del pueblo; la llamaron
el apóstol de Hungría. Durante la reacción pagana
a la muerte del rey san Esteban, fue martirizado en Buda, donde fue
lapidado y atravesado por lanzas, encerrado en un tonel, fue arrojado
al Danubio desde lo alto de una colina que hoy se llama “Gellerthegy”
(monte de San Gerardo); Gerardo se había negado a coronar a los
reyes idólatras. Escribió varias obras entre la que
destaca el “Comentario a Daniel”. Es considerado como el apóstol
y protomártir de Hungría. Patrón de Budapest.