SAN FRANCISCO JAVIER
HA TRONG MAU
19 de diciembre
1839 d.C.
En la
localidad de Bac-Ninh en Tonkín, hoy Vietnam, santos
mártires Francisco Javier Ha Thong Mau, Domingo Bui Van Uy,
catequistas, Tomás Nguyen Van De, sastre, y Agustín
Nguyen Van Moi y Esteban Nguyen Van Vinh, campesinos, de los cuales uno
era neófito y el otro todavía catecúmeno: por
rechazar ultrajar a la cruz, sufrieron cárcel y tormentos y, al
final, extrangulados por orden del emperador Minh Mang.
Francisco Javier
Há Trong Mâu nació
en Ké-Dieu, Vietnam en 1794. Fue un celoso catequista de la
parroquia del poblado de Ké-Mot donde se había ido a
vivir, y que regentaba el padre san Pedro Nguyen Van Tu. Era Terciario
Dominico.
Cuando llegaron
los soldados al pueblo buscando al párroco, Javier de momento
logró escapar y refugiarse en casa de un amigo pagano que
vivía en Nhat, pero este amigo lo traicionó y le dijo al
mandarín local que lo arrestaran; lo enviaron a la capital donde
se encontró con otros compañeros. En una carta al padre
san Pedro Nguyen Ba Tuan le narró lo que le había
sucedido en prisión y en el juicio. Se mantuvo animoso hasa el
final. Murió estrangulado en Co-Mé. Su cuerpo fue
enterrado en su pueblo natal.
Todos ellos pertenecían a la comunidad cristiana de
Ké-Mot, encomendada al P. Pedro Tu, y fueron arrestados con
motivo de la intensa búsqueda que del párroco
hacían las autoridades. La búsqueda empezó el 28
de junio de 1838, y el día 1 de julio siguiente ya estaban los
cinco capturados y eran conducidos a la capital de la provincia
Nonh-Thai. Llevados ante el tribunal se les conminó durante
días y días a pisotear la cruz. Por fin el 27 de julio se
dictó contra ellos sentencia de destierro perpetuo,
además de ciento cincuenta azotes. Sin embargo el rey Minh-Manh
ordenó que la sentencia fuera cambiada por la pena de muerte si
no se producía la apostasía. Los presos siguieron en la
cárcel, donde hicieron un exitoso apostolado entre los otros
reclusos. Así se llegó al 24 de noviembre de 1839 en que,
vista la perseverancia en la fe, se confirmó la sentencia de
muerte, que se ejecutó el 19 de diciembre en Bac Ninh.
Beatificados en 1900, fueron canonizados por SS Juan Pablo II en 1988.