SAN FELIPE DE AGIRA
12 de mayo
453 d.C.



   Es un santo venerado en la ciudad de Agira en Sicilia, como el primer misionero enviado a la provincia; su historia está llena de contradicciones.  Se dice que nació en Tracia y, fue instruido en las disciplinas eclesiásticas y también en la lengua siriaca, a los 21 años recibió el diaconado y luego llegó a Italia junto al monje Eusebio, quien le sirvió de intérprete en Roma. Después de haber sido ordenado sacerdote, recibió el encargo de evangelizar la Sicilia centro-occidental, dónde los habitantes, aterrorizados por la actividad eruptiva del Etna, seguían viendo en el volcán una manifestación del demonio, cuando llegó a la isla se estableció en Agira, provincia de Enna, siempre con la compañía del monje Eusebio.

   Desarrolló con fervor apostólico su ministerio sacerdotal entre las poblaciones sicilianas, volviéndose célebre por los numerosos milagros que obró, especialmente por liberar a posesos de los demonios que los atormentaban. Sobre el lugar de su sepulcro, fue edificada una iglesia y posteriormente un monasterio, alrededor de los que el antiguo “Agyrium” resurgió con el nombre de San Felipe de Agira, nombre conservado hasta el 1939, (actualmente se llama tan sólo Agira).

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(Parroquia San Martín de Porres)