SAN EUTIQUIO DE
CONSTANTINOPLA
6 de abril
582 d.C.
Nació en el pueblo de Theion en Frigia, fue educado en
Augustópolis y finalizó sus estudios en Constantinopla.
Se trasladó a Amasea, capital del Helesponto, e ingresó
en el monasterio de la ciudad. Acompañó a su obispo a
Constantinopla y aquí vivió en la iglesia de la Madre de
Dios en el barrio de Urbicius en el Strategion. Con 30 años
recibió la ordenación sacerdotal, regresó a Amasea
donde fue elegido hegúmeno de su viejo monasterio, que durante
su mandato se hizo más grande e importante. Enviado de nuevo a
la capital del Imperio como delegado del obispo de Amasea al concilio
que iba a condenar el de los "Tres Capítulos", se
encontró con el patriarca San Menas, ya en el final de su vida,
y en agosto del 552, el emperador Justiniano le designó nuevo
patriarca.
En el 553, Eutiquio escribió al Papa Vigilio para manifestarle
su fidelidad a los cuatro concilios ecuménicos y a las cartas
pontificias. Presidió el II concilio de Constantinopla, donde
fue definitivamente condenado el de los "Tres capítulos". Al
final de la vida del emperador Justiniano, éste cayó en
posiciones heréticas, Eutiquio se opuso a las injerencias del
emperador en las controversias teológicas. Por esto estuvo
exiliado durante 12 años en Amasea. Cuando murió el nuevo
patriarca Juan III el Escolástico, en el 577, el emperador
Justino II lo restableció en su sede. A su regreso fue bien
acogido en Constantinopla y vivió en paz durante 5 años,
excepto por una controversia teológica con el futuro Papa San
Gregorio Magno sobre la naturaleza de los cuerpos resucitados, que
Eutiquio en su obra sostenía que eran etéreos. El
libro fue quemado. Es venerado en Oriente.