SAN ESTEBAN
"PROTOMÁRTIR"
26 de diciembre
35 d.C.
Era
uno de los siete diáconos comisionados por los Apóstoles,
para atender a los pobres de Jerusalén. Era de procedencia
griega. Esteban no se limitó a la caridad material: "Esteban,
lleno de gracia y poder, realizaba grandes prodigios y signos en medio
del pueblo" (At 6, 1 ss), de manera que llegó a convertir a
muchos. Algunos autores lo consideran uno de los discípulos de
Jesús, pués estaba bien instruido en el Evangelio.
En el séptimo
mes después de la crucifixión de Cristo, fue convocado
por el sanedrín por haber blasfemado contra Dios e injuriado a
Moisés; la fe le llevó a confesar su vida, su discurso
delante del sanedrín fue claro: "¡Gente de cabeza dura,
incircuncisos de corazón y de oídos!. ¡Siempre
contrastáis al Espíritu Santo! Como hicieron vuestros
padres, también lo hacéis vosotros. Vosotros que
habéis recibido la Ley, no la habéis observado." "Yo veo
los cielos abiertos, y el Hijo del Hombre sentado a la diestra de
Dios". Fue dilapidado, al final dijo: "Señor Jesús,
recibe mi espíritu", y después como Cristo: "No les
imputes este pecado". Es el primer mártir del cristianismo. La
celebración de su festividad después de la Navidad tiene
el simbolismo, de que si Jesús, nos trae la nueva luz, un
discípulo suyo, siguiendo esa luz, encuentra la libertad, en su
muerte, a la nueva vida que Cristo nos ha transmitido.
Hay una fabulosa leyenda escrita en el siglo X y que se conserva en
Montecasino (que nosotros no vamos a recoger a aquí, pues su
vida de santidad está bastante documentada). Sus reliquias se
reparten por muchas iglesias y basílicas de Roma. Es venerado en
todos los países de Europa.