SAN ESTANISLAO DE KOSTKA
15 de agosto
1568 d.C.



   Nació en el castillo de Rostkow (Przasnysz, Polonia), su padre era senador y gobernador del castillo Zakrozym. Estudió en Viena, en el colegio de los jesuitas; todo el mundo esperaba que cambiase su piedad hacia una actitud más liberar, ya que tenía una especial aversión a la blasfemia, de forma que si alguien decía alguna blasfemia o palabra soez en su presencia, sufría temblores seguidos de desvanecimientos. Terminados sus estudios, estuvo pensionado en casa de un luterano, el senador Kimberker, que le hizo sufrir lo suyo. Estaba con él, su hermano Pablo, el cual le hacía la vida imposible, llamándole “tonto” en cualquier parte. Estanislao sufrió muchísimo. Se dice que su salud era frágil a causa de las muchas penitencias que se infligía propias de la época, y que María lo salvó de una grave enfermedad y que le dijo: “Hijo mío, ya está curada tu enfermedad más acuérdate de que la voluntad de Jesús y la mía es que ingreses lo más pronto posible en la Compañía de Jesús”.

   Decidió hacerse jesuita, pero su padre se opuso radicalmente y, los religiosos del colegio, para no incurrir en las iras del padre, no le quisieron aceptar en el noviciado, ya que el poder de los Kostka era mucho y no querían ver la desaparición de los jesuitas. Estanislao no dudó en seguir su vocación, dejó Viena, se quitó la ropa que llevaba y se la regaló a un mendigo; se disfrazó de campesino, y recorrió en un mes 800 kms por Austria, Alemania, Suiza e Italia; primeramente a pie como un peregrino, después con los medios más inesperados. En Tréveris se encontró con san Pedro Canisio, provincial de los jesuitas en Alemania, que aprobó su vocación, y en el colegio de Dilinga se incorporó como criado: limpiar los cuartos del internado y ayudar en la cocina.

   Así, a los 17 años, solicitó la entrada en la Compañía de Jesús. San Pedro Canisio lo envió a Roma con una carta, y así evitar los furores de la familia de nuestro santo; y allí lo recibió san Francisco de Borja, el superior general que para admitirle como aspirante a la Compañía, no sólo le examinó su vocación sino también su devoción a la Virgen. Ingresó en el noviciado en el 1567. Cultivó de un modo especial la obediencia, que sabía matizar con esta definición: "Más vale hacer cosas pequeñas por obediencia, que cosas grandes siguiendo la propia voluntad". Fue un gran devoto de María: "¿No la he de amar, si es mi Madre?". Diez meses llevaba en su noviciado; cuando a sus 17 años, el día de san Lorenzo de 1568, acudió a comulgar con una carta al pecho dirigida a la Virgen, en la que le pide "pasar con Ella, la fiesta de la Asunción". Y tras una tuberculosis, otros autores dicen que malaria, murió a los 18 años el mismo día de la Asunción. Su vida fue ejemplarmente silenciosa, modesta, obediente y radicalmente humilde. Está enterrado en San Andrés del Quirinal. Patrón de Varsovia y de los novicios jesuitas. San Estanislao fue canonizado en 1726 por el Papa Benedicto XIII y se le venera como patrono menor de Polonia.

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(Parroquia San Martín de Porres)