SAN ERMINOLDO
6 de enero
1121 d.C.



   Desde su infancia fue confiado a la abadía benedictina de Hirschau o Hirsau. Fue un discípulo perfecto del abad san Guillermo, debido a su incondicionada fidelidad a la Iglesia y a la regla monástica. Por su virtud y reconocida fidelidad a los ideales de Hirsau, en el 1106, fue elegido, por el obispo Gebhard de Spira, también abad de Hirsau, para que restaurara la abadía de Lorsch, pero, temiendo que este cargo pudiera ser simoniaco, renunció y retornó a su abadía.

   En el 1114, fue nombrado, por el obispo San Otón de Bamberg, prior de Prüfening, cerca de Ratisbona, y en el 1117, primer abad. En el gobierno del monasterio, Ermenoldo se distinguió por su piedad y caridad hacia los pobres y su firmeza en los principios morales. Su rigor provocó el descontento entre sus monjes, uno de sus monjes legos le golpeó con un leño provocándole la muerte, por esto está venerado como mártir. Fue sepultado en la iglesia del monasterio y sobre su tumba se produjeron varias cuaraciones de enfermos.

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(Pbro. José Manuel Silva Moreno)