SANTOS EPÍMACO,
ALEJANDRO,
AMONARIÓN, MERCURIA, DIONISIA Y OTRA COMPAÑERA
12 de diciembre
250 d.C.
Fueron
arrestados y procesados en tiempos del emperador Decio, en
Alejandría de Egipto. Según la Passio que se les atribuye, los
dos cristianos, se obstinaron en rechazar la apostasía y a
ofrecer sacrificios al emperador, fueron encarcelados en una terrible
carcel llenos de cadenas. Después de muchos tormentos,
Epímaco y Alejandro fueron arrojados en una fosa llena de cal
viva, que los llevó a la muerte. Otros autores dicen que
murieron en la hoguera.
En las Actas, las que
escribe Dionisio de Alejandría, se dice: "Con estos murieron
también cuatro mujeres. A Amonarión santa
virgen, la mando atormentar el juez muy a porfía, pues
había ella empezado a declarar que no pronunciaría
palabra que él le mandase; y como hizo verdadero su dicho, fue
conducida al suplicio. Las demás: la muy venerable anciana, Mercuria, y Dionisia, madre de
muchos hijos, a los que, sin embargo, no amó por encima del
Señor, por sentir el juez vergüenza de seguir atormentando
sin objeto alguno y ser vencido de mujeres, murieron al filo de espada,
sin pasar por los tormentos, pues los había sufrido por todas su
abanderada Amonaria".
La historia de estos mártires se liga a una de un juez de Roma,
llamado san Gordiano, que después de confesar su fe, lo
enterraron en la tumba de Epímaco, que se encontraba en esos
momentos en Roma, y que algunos celebran el 10 de Mayo.