SAN DROGÓN
16 de abril
1186 d.C.
Nació en Epinoy, en la región francesa de Artoix, en el
seno de noble familia de Flandes. Se quedó pronto
huérfano ya que su padre murió antes de su nacimiento y
su madre en el momento del parto. Cuando creció y supo estos
acontecimientos de su nacimiento, se sintió culpable por la
muerte de su madre y esto le llevó a una depresión. Se
abandonó en manos de la Providencia, y cuando fue mayor de edad,
inició una serie de peregrinaciones penitenciales, que le
permitieron sus dificultades y sus escrúpulos.
A los 20 años
repartió sus bienes a los pobres, y después de haber
visitado varios lugares santos, se fue a servir como pastor de cerdos
en casa de una dama virtuosa que vivía en Sebourg, cerca de
Valenciennes. Pronto se difundió su fama de santidad y surgieron
voces que le atribuyeron el don de la bilocación. Parece que fue
visto en una Misa cuando estaba llevando a pastorear a las ovejas y
así nació el dicho popular: “No siendo san Drogón,
no se puede estar en dos sitios al mismo tiempo”.
Seis años estuvo en esta casa y después peregrinó
a Roma. Enfermo de un mal físico incurable (una hernia), se
construyó una choza a la sombra de una iglesia de Sebourg en
Hainaut o Henao, Bélgica, donde vivió 45 años a
pan y agua dedicado exclusivamente a la oración. Una leyenda
narra que, hubo un incendio que destruyó gran parte de la
iglesia y su celda, pero él fue encontrado ileso arrodillado
entre las cenizas. Murió a los 84 años. Su tumba en
Sebourg fue meta de peregrinaciones.