SAN CRESCENTE DE MIRA
15 de abril
Siglo IV d.C.
Era un
joven de Mira, ciudad de Licia, que exhortaba a abandonar el culto de
los falsos dioses y abrazar la fe de Cristo. Por esta razón
fue apresado y conminado, primero de buenas maneras y luego bajo
tortura, a dar culto a los ídolos; pero cuanto más se le
insistía, más crecía en él el testimonio de
la fe verdadera. El oficial llegó incluso a pedirle que diera
culto a los dioses de manera externa, y que con su mente y
corazón lo dirigiera al Dios en el que creía, pero el
mártir negó rotundamente ese proceder. Fue colgado y
lacerado en los costados, pero se mantuvo firme en su confesión,
hasta que se entregó su cuerpo a las llamas, y consumó el
martirio.