SAN CERBONIO
Siglo IV d.C.
10 de octubre
San
Régulo de Lucca y otros obispos fueron expulsados de
África a principios del siglo VI. San Régulo y Cerbonio
se establecieron en Populonia (Piombino de Toscana) y, poco
después, este último fue elegido obispo de la ciudad. De
él dice san Gregorio Magno: "Hombre de vida venerable, que dio
grandes pruebas de santidad". La más célebre de estas
pruebas, fue cuando el rey Totila, persiguiendo a un grupo de romanos y
cristianos, vino a enterarse, que los había escondido Cerbonio,
por ello lo condenó a que lo matara un oso, pero como siempre
sucede, el oso no sólo no lo hizo, sino que además le
lamió las manos. Después de Totila, llegaron los
longobardos, que lo obligaron a marcharse a la isla de Elba, donde
murió, aunque está enterrado en Populania, donde se le
venera como patrón de la diócesis de Massa
Marítima.
La biografía del Santo afirma que el Papa Vigilio
le mandó llamar para reprenderle por su terquedad en celebrar la
misa del domingo a hora tan temprana, que las gentes no podían
asistir a ella. Pero, en vista de los numerosos milagros realizados por
san Cerbonio durante el viaje a Roma, el Papa y todo el clero de la
ciudad salieron a recibirle en triunfo y le restituyeron honrosamente a
su sede.