SAN CALIXTO I
217-222 d.C.



   Condenado por su fe y enviado a las minas de Cerdeña, Calixto fue indultado por el decreto del emperador Comodo, y de vuelta a Roma, llegó a ser nombrado primer diácono por el Papa Ceferino. Fue también administrador del cementerio conocido como "Cementerio o catabumbas de Calixto", en el que fueron enterrados todos los Papas del Siglo III. Combatió las herejías llamadas "adopcianismo y sabelianismo", y fue duramente atacado por San Hipólito, que le acusaba de introducir en la Iglesia costumbres relajadoras de la moralidad, debido a su actitud demasiado conciliadora respecto a los pecadores. A diferencia de sus predecesores, que habían muerto mártires, Calixto murió de muerte natural.

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(Pbro. José Manuel Silva Moreno)